Cieza consolida unas fiestas

por Luis C. Roldán.

Casi acaba de suceder, hace tan sólo unos meses que, en torno a un hecho luctuoso, Cieza consolida unas fiestas, dedicadas al pueblo antiguo, la Villa de Çieça.




Sí, son ustedes, el pueblo de Cieza, los verdaderos protagonistas de la Fiesta. Ustedes con su atención, con su motivación, transmitida en aplausos. Ustedes con su admiración, con su gesto de sorpresa. Son ustedes los que nos dan razón de ser a los festeros, Moros y Cristianos que, en un alarde de entendimiento y cordialidad, salimos a la calle a celebrar unos días de encuentro entre amigos, entre vecinos, de aquella que fue villa y hoy, es sin duda, una de las ciudades más prósperas y vivas de la vega alta, la “Perla del Segura”.

La Medina Siyasa , la ciudad enterrada allá en lo alto, en las laderas de los vestigios de lo que fue el Castillo, es otro de los hermosos recuerdos y motivos para venir a Çieça, a ésta Cieza acogedora, luminosa, protegida por la Atalaya que, refrescada siempre con la brisa agradable, en las tardes tranquilas de primavera y estío, anima a recorrerla. Visitar la muestra del arte andalusí, en el excelente Museo de Siyasa, que nos enseña las filigranas de los adornos arquitectónicos, en los arcos de las casas de aquellos moradores, sepultadas por los años y, reproducidas ahora en este espacio cultural que asoma a la vega, desde la perspectiva contraria, pero siempre cercana al curso de la vida, Agua Viva, que es el Segura, abriéndose camino entre un manto cromático sin igual, es de verdad algo interesante. No se lo pierdan.

Es la última tarde de la Fiesta , todo preparado, sin saber bien cómo, tras unas gotitas inquietantes, recuerdan, por la cercanía de la hora de inicio del Desfile, el último Domingo de Abril.

Tambores y cornetas por aquí y por allá, músicos buscando su grupo, moros que salen por todas partes, los cristianos, más ordenados, desbordados por todos los demás que hemos invadido su plaza, la Placeta del Santo, San Bartolomé y, los miembros de la organización dando las precisas instrucciones. Palos, horquillas de aventar, rastrillos, pañuelos a la cabeza, esparteñas de labor, son el pueblo pobre, el pueblo trabajador, de la Mesnada Maestre Pedro Fernández, que conforman la Çieça trabajadora y humilde. Ellos, con el cura, apresados y rodeados por todos los moros, que somos mayoría. Son la nota de color. Se va iniciando el desfile.

Mesnadas muy bien ataviadas, cristianos ricos y guerreros, Damas y Caballeros Santiaguistas, Fronteros, de Cieza, del Mayorajo, van formando los primeros grupos.

Kábilas moras, ufanas por la victoria, en ordenada algarabía, con boatos de baile donde se integran verdaderas huríes del edén, que con sus coreografías, irán deleitando a mayores y pequeños, absortos por sus movimientos. La seda acrisolada de sus pañuelos, el tintineo de sus abalorios y la fragilidad de sus contoneos, nos traslada a los aires orientales de las Mil y Una Noche.

Marchas cristianas, marchas moras y el numerosísimo grupo musical de percusión “ la Collá ”, que cierra el desfile, van caldeando el ambiente, provocando el aplauso de los vecinos que ocupan las calles, en espera de algo que, seguro, les va a sorprender.

Vamos avanzando, serpenteando el casco antiguo, con estrecheces que obligará a las Filas, a hacer evoluciones de composición, para adaptarse, con primor, a la anchura de la calle.

Se divisa la Esquina del Convento, se produce la eclosión contenida y surge la duda del nuevo itinerario, la bajada por el Camino de Murcia.

Amigos y amigas, se ha acertado, la parada alcanza su máximo esplendor, la vía, ancha, que se abre a nuestro camino, nos invita a todos a hacerlo bien, a lucirnos como verdaderos actores de una representación que quiere, sobretodo, deleitarles, sorprenderles y que pasen un rato entretenido.

Los brillos y reflejos de petos, corazas, cascos, pedrerías, sedas y rasos, pasamanerías y agremanes, bordados de oro y plata, lentejuelas multicolor, relucen de una forma especial, espléndida, pero la presencia del público que abarrota las aceras y parte de calzada, en esta nueva vía del itinerario, con sus piropos y cálidos aplausos, confieren un brillo Magnífico, que recordaremos.

Por ustedes se hace la Fiesta , para ustedes se hace el desfile, no lo olviden, son los Verdaderos Protagonistas.

Enhorabuena Ciezanos. ¡¡¡ Viva la Fiesta !!!